viernes, 18 de diciembre de 2009

Los orígenes del animismo.

LOS ORÍGENES DEL ANIMISMO
J. Piaget
El animismo infantil se expresa por medio de preguntas y expresiones que realizan los niños de entre cinco y siete años ante hechos fortuitos que llaman su atención.
El niño se representa al mundo como una sociedad de seres que obedece a leyes morales y sociales.
Para investigar el animismo, en esta lectura se analiza la creencia general y espontánea que tiene el niño de que el sol y la luna lo siguen.
Se comienza con una pregunta muy sencilla: “¿Cuándo te paseas, qué hace el sol? Dependiendo de la respuesta se han caracterizado tres etapas:
- Durante la primera, el niño cree que el sol y la luna le siguen, como haría un pájaro a la altura de los tejados. Esta etapa se extiende, por término medio hasta los ocho años, pero puede llegar hasta los doce.
- Durante una segunda etapa, el niño admite a la vez que el sol nos sigue y que no nos sigue. Hay una contradicción que el niño sufre y trata de vencer como puede: el sol está inmóvil, pero sus rayos nos siguen, o el sol permanece fijo, pero sus rayos nos siguen, etc. Esta etapa es aproximadamente entre los ocho y diez años.
- En la tercera etapa, de los diez-once años, el niño sabe que el sol y la luna solamente parece que nos siguen, pero es una ilusión debida al alejamiento de los astros.
Las dos primeras etapas son animistas y la tercera señala, en general, la desaparición del animismo relativo a los astros.

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